CARACTERÍSTICAS
Longitud: 6 km desde
Quintanar hasta el límite con Regumiel de la Sierra,
cortafuegos en el punto G. Desde aquí 2,5 Km hasta
Peña el Vaso y 2,5 Km más hasta Peña Triguera.
Duración: 1,5 horas desde el inicio del cortafuegos,
punto G, hasta Peña el Vaso. El doble hasta Peña Triguera.
Además de a pié también es posible realizarlo con caballo.
Altura mínima: 1.110 m.
Altura máxima: 1.962 m.
Dificultad: baja-media.
Recomendaciones: llevar agua y una ración de alimentos
energéticos (galletas, chocolate o frutos secos). Calzar botas de montaña
y usar equipamiento acorde a la climatología. Recomendable
llevar brújula o GPS.
Cartografía: Mapa Topográfico Nacional de España,
I.G.N., E: 1/25.000, Hojas 316- I (Quintanar de la Sierra), 316-II
(Covaleda) y 278-IV (Neila).
RECORRIDO
En realidad es una
prolongación de la Ruta 1 que realiza el itinerario
Quintanar-Cuyacabras-Cueva Andrés.
Saliendo de Quintanar en dirección a Neila nos desviamos a
la derecha, cruzamos el puente sobre el río Arlanza y nos vamos
adentrando en el monte. Iremos pasando sucesivamente por los
puntos A, B,
C, D, E
y F ya descritos en la Ruta 1.
Seguiremos la pista forestal, aproximadamente un kilómetro,
hasta llegar al límite con Regumiel de la Sierra, en el
cortafuegos que hay en una curva muy pronunciada, punto G.
Si no se quiere realizar todo el trayecto caminando saber que
hasta este punto es posible llegar en coche.
Subiendo un pequeño talud que hay en la parte
interior de la curva nos adentramos en el cortafuegos. En algunas
partes el sotobosque que va creciendo obstaculiza un poco el
paso. Hay que ir ascendiendo por la senda que hay en el
cortafuegos que nos conduce hasta un claro en el que se observan
cercos de piedra de hogueras de pastores. En la parte superior de
este paraje encontramos un camino usado por vehículos forestales
que viene de la parte derecha y que asciende por la falda de la
montaña. Hay que seguirlo y hay que estar muy atentos porque a
pocos metros de sumergirse este camino en el pinar a su izquierda
arranca una senda no excesivamente clara. Hay que seguir esta
senda e ir observando los montoncillos de piedras que hay de vez
en cuando en la base de algunos pinos. En algunas partes
encontramos el monte un poco denso y poblado. Seguiremos
ascendiendo por la vereda que a ratos se vuelve más clara y a
ratos más difusa.
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