CARACTERÍSTICAS
Longitud: 10 Km (ida y
vuelta).
Duración: 4 horas a pié (también es apta para bicicleta
o caballo).
Altura mínima: 1.110 m.
Altura máxima: 1.180 m.
Dificultad: baja.
Recomendaciones: llevar agua, calzar botas de montaña o
zapatillas deportivas.
Cartografía: Mapa Topográfico Nacional de España,
I.G.N., E: 1/25.000, Hojas 316- I (Quintanar de la Sierra) y
316-II (Covaleda).
RECORRIDO
Salir de Quintanar en
dirección a Neila y tomar la desviación a la derecha que
hay al final del pueblo. La carretera pasa junto a una fábrica
de maderas y un poco más adelante se cruza el puente sobre el
río Arlanza. A poca distancia se encuentra una nueva
bifurcación, A, en la que hay que
seguir la pista de la derecha. Lo mismo hay que hacer en la
bifurcación siguiente, B. La
carretera se va adentrando en el pinar hasta llegar a la
bifurcación de la Ponderosa, C,
donde tomaremos la vía de la izquierda.
Continuamos sumergiéndonos en el interior del monte
hasta llegar a otra bifurcación, D,
en la que nos desviamos a la derecha y atravesamos el puente
sobre el arroyo de Peñas Corruillas. Un poco más adelante nos
encontramos con las tenadas de Torralba, E,
construcciones para refugio del ganado. Tomamos la senda que
parte junto a la tenada de la derecha de la carretera.
Descendiendo por un sendero unos 100 m se llega a Cuyacabras. Espectacular necrópolis altomedieval del siglo IX,
labrada en la roca, con 166 tumbas
antropomorfas, 13 nichos, restos de la antigua iglesia a la que se
accede por una escalinata y la deteriorada talla de una virgen negra.
Tras deleitarnos con el paraje de Cuyacabras
volvemos a la pista forestal junto a las tenadas de Torralba y
seguimos hacia la derecha. La pista cruza sobre el poco caudaloso río Torralba muy cerca de una curva. Seguimos la pista
forestal hasta un punto, F, en el
que el arcén se ensancha, hay un pino con la base quemada y unos
metros a la derecha un pequeño manantial de agua potable.
Descenderemos la senda, con escalinatas naturales creadas por las
raíces de los pinos, hasta llegar al valle. A la izquierda de la
vereda hay una roca donde, junto a un pequeño prado idílico, se
ubica el eremitorio de Cueva Andrés del siglo IX con un hermoso
arco califal, varias tumbas y hornacinas.
Para volver a Quintanar basta desandar el camino.
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